lunes, 8 de septiembre de 2008

El Hombre es la unica criatura que debe ser educada.



Estas dos últimas lecturas que hemos visto me han parecido de lo mas ilustrativas bien por la forma tan humana de redacción, así como por lo que dice, que en lo particular me ha abierto el panorama a nuevas opciones de enseñanza, nuevos métodos, y actitudes que seria recomendable tomar ante el salón de clase.
En ellas se habla acerca del como y cuando decir las cosas, o simplemente dejar que el silencio hable y ocurra una reflexión interna por parte de los alumnos y del propio maestro. Encontré enriquecedoras las recomendaciones sobre como sobrellevar la disciplina (autodisciplina), la versatilidad de una planeación bien hecha, que da oportunidad a la improvisación, puesto que sus actividades bien elaboradas permiten modificaciones para adaptarse al contexto del aula o a la situación imprevista, sin salirse por un momento del propósito inicial.
También me llamo mucho la atención la aplicación del tacto para descifrar las actitudes de los niños (confusión, desgano, indiferencia etc…) y así darle un giro a la clase de modo que su atención sea captada, así como “endulzar” verdades o disfrazar mandatos con un toque humorístico, que de otro modo el niño los tomaría de mala gana y eso significarían aún mas emociones negativas incluso un bloqueo a aprender.
Por ejemplo el padre que le dice al niño que si no quiere lavarse todos los dientes antes de dormir es libre de hacerlo, pero que se lavara solo los que quiere conservar. Ahí en vez de ordenarle al niño que se lave los dientes (actividad que le provoca flojera) le incita a la reflexión de que le convendría más lavárselos todos.
De esta manera deberíamos manejar las clases en el aula: invitando a la concienciación del propósito de los temas, a no imponer sino a invitar de manera gustosa a aprender la lección, a que mediante el ejemplo del maestro el niño aprenda a desenvolverse frente a cualquier publico pues tiene desarrollada su confianza, etc.
Y como dijo Richard Hugo “si alguien quiere saber cómo educar bien y perfectamente a los niños debe preguntárselo a los que no los tienen”: ser maestro no es nada fácil. Habrá que poner en marcha estos consejos para ver que es lo que nos funciona en el salón, que no, y en lo personal desarrollar mi acertividad, a controlar mis impulsos y actualizarme tanto en conocimientos como en técnicas para que los imprevistos en el salón no me tomen por sorpresa.

2 comentarios:

Olga Reyes dijo...

MUGRE ROJO CACHETONA TE QUIERO

Anónimo dijo...

=)